Guerra o revolución

Después de la derrota de la rebelión militar de julio de 1936 en Madrid y otras ciudades, el Estado republicano había saltado en pedazos. Aunque la lealtad continuada de militares y policías fue crucial para el fracaso del golpe, la decisión del gobierno de armar al “pueblo” (militantes de partidos políticos de izquierda y sindicatos) significó que el poder estaba en las calles.

Resulta irónico que una rebelión destinada a “salvar” a España de la izquierda desencadenara la revolución más importante en Europa Occidental desde la toma del poder por los bolcheviques en Rusia en 1917. Pero la España de 1936 fue diferente. No hubo un intento al estilo leninista de derrocar al gobierno democráticamente elegido. La izquierda española estaba muy fragmentada. Los más significativos eran los anarcosindicalistas (CNT-FAI), los socialistas (PSOE) y los comunistas (PCE). Estaban muy divididos sobre la naturaleza y el momento de la revolución incluso antes del verano de 1936. La CNT-FAI quería destruir el Estado, no hacerse con su control; el PSOE no podía decidir si era mejor apoyar o derrocar a la República “burguesa”; y el PCE, que en su día había pedido una España soviética, seguía ahora la política del “Frente Popular” de Stalin de una alianza progresista entre clases contra el fascismo. Estas disputas internas previas a la guerra habían desembocado ocasionalmente en la violencia, aunque todos proclamaban la unidad frente a la amenaza que suponían los militares sublevados.
Pero aunque el gobierno sobreviviera, la España republicana fue testigo de un cambio revolucionario radical. Las organizaciones de izquierdas confiscaron las propiedades de sus enemigos de derechas -definidos como “fascistas” independientemente de que participaran en la rebelión- en nombre del “pueblo”. También “limpiaron” la sociedad de “fascistas”: en los primeros seis meses del conflicto, casi 50.000 fueron asesinados. Todas las organizaciones de izquierda participaron en los asesinatos, aunque los tribunales revolucionarios que generaron gran parte de la violencia pasaron a ser conocidos por sus víctimas como “checas”, evocando la fuerza policial secreta comunista fundada por Félix Dzerzhinsky en diciembre de 1917. Muchos de los autores servirían posteriormente al Servicio de Investigación Militar, la policía secreta militar creada en agosto de 1937 para combatir a la Quinta Columna.
Si la revolución antifascista era políticamente amplia, el recuerdo de los conflictos pasados seguía siendo fuerte dentro de la izquierda a pesar de la afirmación pública de la unidad. De hecho, los formidables desafíos de la guerra y la revolución no hicieron sino exacerbar la desconfianza dentro de la izquierda. Mientras las fuerzas del general Franco avanzaban hacia Madrid a principios del otoño de 1936, el PCE insistía en que la guerra sólo podía ganarse mediante la disciplina, la organización y la centralización política. La revolución tenía que esperar hasta la victoria. Los anarquistas insistían en que la guerra y la revolución eran inseparables. Gracias en parte a la obra de George Orwell Homenaje a Cataluña, este debate “guerra versus revolución” es uno de los aspectos más conocidos de la política republicana en tiempos de guerra, aunque en realidad Orwell simplificó la situación. Por ejemplo, cuando Franco parecía estar a punto de tomar Madrid en noviembre de 1936, la CNT-FAI se unió al gobierno; un sorprendente repudio de los principios anarquistas tradicionales. Sin embargo, el recelo mutuo era bastante real. Los sangrientos enfrentamientos en Valencia que describe Luis entre anarquistas y comunistas en octubre de 1936, frente a la sede del Partido Comunista en el Palacio Cervelló de la Plaza Tetuán, presagiaron el conflicto más importante de Barcelona en mayo siguiente.
Julius Ruiz
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- Burnett Bolloten, La Guerra Civil española: Revolución y contrarrevolución (Alianza, 2015)
- Helen Graham, La Republica española en guerra: 1936-1939 (Debate, 2006)
- Antonio Elorza & Marta Bizcarrondo, Queridos camaradas: la Internacional Comunista y España, 1919-1939 (Planeta, 1999)
